V Festival Contemporáneo | Taller Sonoro
El Festival Contemporáneo, que organiza el Gobierno de Canarias, recibe en su quinta edición a Taller Sonoro, un ensemble español especializado en interpretar la música más actual y radical, siempre con apoyo a jóvenes compositores. Traen a las islas un programa de seis obras de autoría española, entre ellas el estreno de una nueva creación del canario Gustavo Díaz-Jerez.
Programa:
"Alla ricerca"
• Francisco Martín Quintero – ‘De la inherencia poética’ [12']
• Nuria Núñez Hierro – ‘Alla ricerca disperata dell sole’ [10']
• Alberto Carretero – ‘De semillas y raíces’ [10']
• Gustavo Díaz-Jerez - Akogare (Estreno - autor canario)
• José Manuel López López – Trio III [18']
• César Camarero – Reverso II [5']
Notas al programa:
Este programa muestra una rápida panorámica sobre algunas de las voces más sólidas en la composición española. La propuesta de Martín Quintero, que divide en cinco movimientos, toma como punto de partida los textos de Pere Gimferrer (Barcelona, 1946); más exactamente sus poemas «Acto», de El vendaval (1988) y «Band of Angels», de Arde el mar (1966). No se trata de traducir lo que dicen los textos a la música, sino más bien pensar musicalmente la poesía, por lo que nos encontraremos con una pieza que elabora atmósferas, que nos transporta al corazón mismo de lo que la poesía intenta con la palabra. La obra de Nuria Núñez fue estrenada por el propio Taller Sonoro —lo que asegura un ajuste preciso a su sonido y empaste— y, tal y como promete su nombre, se trata de una búsqueda de la luz. De hecho, comienza el sonido en penumbra, con una frágil iluminación del piano, clarinete y flauta. La obra consiste, así, en un intento —ya anticipo, frustrado— de atrapar la luz o, al menos, conjurarla. Del mismo modo en que Martín Quintero trataba de conseguir llegar donde las palabras se quedan, Núñez persigue que lo sonoro se hermane con su aparente opuesto, lo visible. La nueva obra de Gustavo Díaz-Jerez mantiene este interés por lo inasible. Su título, Akogare es un término japonés que tiene difícil traducción —quizá, por eso, en su ayuda, viene la música—. Se trata de la expresión de admiración por la belleza efímera. Esto tiene un doble peso, pues carga con el deseo por preservar eso bello y, a la vez, la anticipación del anhelo que provoca su transitoriedad. De este modo, Díaz-Jerez propone seguir explorando lo inmaterial y frágil, pues esta pieza parte de una previa titulada Hevel, que en hebreo significa “humo” o “vapor”: algo que vemos, por un instante, pero que no se mantiene, no queda, es inatrapable. También el título de la obra de Carretero nos pone sobre la pista sobre la idea que alimenta, nunca mejor dicho, su concepción: el proceso de crecimiento de una planta, y que sirve de ejemplo para acercarnos a su interés por lo que ha llamado la “composición bio-inspirada” es decir, la composición que toma elementos de la naturaleza (y, especialmente, procesos invisibles, como el movimiento celular) como modelo de trabajo, apoyado por recursos de la ciencia y la tecnología. Escuchamos, así, cómo el sonido surge desde la tensión por el arraigo, es decir, la posible agresividad si tomamos el “echar raíces” de manera literal. El material es trabajado, desde el comienzo, a partir de lo granular: escucharemos la melodía construida desde la fragmentación y la repetición, que van pasando por todos los instrumentos para generar una unidad sonora.
Del mismo modo, en el Trío III de López-López encontraremos un trabajo similar con lo granular, aunque desde una perspectiva más cercana a la búsqueda de la expansión textural de los instrumentos. Así, escucharemos el juego de texturas extremas, desde el extrañamiento de la sonoridad del violín, cello y piano -preparado-, especialmente por la exageración de los elementos musicales: por ejemplo, la centralidad del trabajo percusivo —algo extraño en instrumentos muy asociados con lo melódico—, el manierismo de las melodías, que resultan trepidantes o el contraste extremo entre tesituras. Igual que el escueto nombre de Trio III -y a diferencia de las piezas del resto del programa-, el título de Reverso 2 de Camarero, que es reticente a explicar sus obras más allá de lo que ya la propia música cuenta, se resiste a ser más que una sugerencia posible de escucha. Escucharemos una pieza que parece que comienza in media res. Arranca con impulsos de cada uno de los instrumentos del ensemble, que se estiran a partir de tenutos atravesados por pasajes frenéticos. De este modo, se va trabajando poco a poco el despliegue de capas, lo que convive con momentos de homofonía. La homofonía, lejos de generar la sensación de ensemble como unidad vida, nos devuelve una imagen como desenfocada de esa unidad, como los espejos chuecos de los circos donde podemos reconocernos, pero solo como un recuerdo de lo que somos.
Marina Hervás
Precio único: 5€