V Festival Contemporáneo | Juan Floristán
'BIO. Una soirée’, con Juan Floristán, es una de las actuaciones más esperadas dentro del Festival Contemporáneo, que organiza el Gobierno de Canarias, y con el que arranca su quinta edición. El pianista, Juan Floristán, todo un referente entre las nuevas generaciones en el mundo de la música clásica, presenta un concierto escenificado que une piano y performance y en el que lo insólito, lo íntimo y lo extraordinario conviven con lo común, lo público y lo cotidiano. Obras de Daahoud Salim, George Crumb y Belenish Moreno-Gil/Óscar Escudero, junto a tecnología de realidad aumentada, electrónica y sonidos de relatos épicos.
Programa:
Daahoud Salim.-Tres piezas sobre Borges [15']
George Crumb.-Eine Kleine Mitternachtmusik [21']
MorenoGil&Escudero.- Homenaje a María Zambrano [3'30] (Estreno)
MorenoGil&Escudero - BIO, The Work About Your Pianist Life [16']
Sinopsis:
Transcurridos casi cien años desde que el término “realismo mágico” comenzó a popularizarse en la crítica de arte, el pianista Juan Floristán presenta un nuevo espectáculo en el que lo insólito, lo íntimo y lo extraordinario conviven con lo común, lo público y lo cotidiano.
Los relatos de Jorge Luis Borges, que inspiran las tres nuevas piezas del pianista y compositor sevillano Daahoud Salim, se darán la mano con las tecnologías de realidad aumentada y la electrónica características de las obras del dúo de poscompositores MorenoGil&Escudero, reconocidas internacionalmente con el Premio Giga-Hertz y el Ars Electronica. Eine Kleine Mitternachtmusik (Una pequeña música de medianoche), primera pieza para piano compuesta en el siglo XXI por un clásico del XX, George Crumb, completará una dramaturgia llena de simbolismo que, en última instancia, nos habla de las grandes, épicas y, (¿por qué no?) mágicas construcciones que creamos a través del relato de nuestras propias vidas.
Notas al programa:
El concierto se abre con una invitación a habitar el siempre complejo y fascinante mundo de Borges a través de la pieza del sevillano Daahoud Salim, en la que conjuga su sólida formación jazzística y académica, donde destaca una importante influencia del impresionismo. La música trata de reflejar los tres relatos en los que se basa: Parábola del palacio, Del rigor en la Ciencia y El Aleph. El primero aborda –dicho muy rápidamente, que me perdone el maestro argentino– el poder (y misterio) de las palabras; el segundo, la dificultad de toda representación (tomando como modelo la pregunta por los mapas); y, por último, sobre el misterio de la existencia y la creación. Los textos, así, sirven como punto de partida, pero el abismo que abren es, precisamente, desde donde parte la elaboración musical. Coge el testigo la obra de Crumb, que, a su modo, es también borgiana. Parte del Round Midnight de Thelonious Monk. Según indica el propio compositor, se dedica a “rumiarlo”, por lo que desde el principio nos lo muestra con la máxima delicadeza, convertido en música “nocturna”: lejana, llena de duda, y que anticipan el final, donde los sonidos percusivos van deshaciendo el sonido del teclado, como en una especie de sueño. También aparecen las sonoridades más características de Crumb, como, en el penúltimo movimiento, el sonido de las campanas, que se construyen como un furioso redoble del interior del piano. Asimismo, se cuelan citas (también “rumiadas”) a algunas obras canónicas, como el Children’s Corner de Debussy o Til Eugenspiegel de Richard Strauss, como en el sexto número. De este modo –y como Borges–, Crumb nos invita a pensar en que toda creación está siempre, si queremos abismarnos a ella, abierta. Solo hay que saber dónde poner el oído.
Igual que la creación, también quien crea y quien interpreta puede preguntarse por su propio relato: nuestra historia no es unívoca ni autoevidente. Muchas veces se pide, de hecho, que desaparezca, que se vuelva neutra, para que aparezca la música, como si el intérprete fuese solo un (buen) transmisor de las ideas de otros (así, por ejemplo, se anhelaba en el siglo XVIII). BIO va al corazón de este asunto dándole la vuelta: Floristán se vuelve el protagonista de la pieza, pero jugando con el límite entre lo que se quiere, se puede y lo de hecho se cuenta de uno mismo. ¿Quién posee su historia? BIO no propone respuesta alguna, sino una trepidante construcción de esta pregunta a partir de fragmentos de vida, muchos de ellos aparentemente banales, y de un uso del piano que, si en Crumb comenzaba a expandirse, aquí queda convertido en un dispositivo más para esa identidad –imprecisa, frágil, quizá inventada– del pianista Floristán.
Marina Hervás
Créditos
• Piano y performance: Juan Floristán
• Dramaturgia, dirección de escena y producción audiovisual: MorenoGil&Escudero
• Electrónica y automatización: Juanlu Montoro
• UNA PRODUCCIÓN DE MorenoGil&Escudero y ESPACIO TURINA
Precio único: 5€