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ÁNGARO (Nueva Versión)

ÁNGARO (Nueva Versión)

CANARIAS, SOLO UNA

 

Hoy se desdibujan los límites y las fronteras. Las pieles se mezclan, también los olores…, los colores… Alguien tararea una tonada antigua y lejana…, pero se te antoja tuya, de ahora. Entonces abres los ojos y estás en el mundo.

Si nos remontamos a otras épocas e indagamos en nuestros antepasados, no dejamos de sorprendernos al comprobar que compartimos un sinfín de matices con diferentes etnias del resto del planeta; lo que hoy reclamamos como nuestro quizás antes fue de otro lugar… y ojalá sea adoptado por otros en tiempos venideros. Al fin y al cabo, difundir la cultura es nuestro cometido y, en esta ocasión, Pieles ha viajado hasta el lugar donde nació la música para ello.

El sentimiento de pertenencia trae consigo, de manera implícita, el deseo de salvaguardar lo que nos identifica. Pertenecer a una cultura o etnia dota al ser humano de una huella atemporal que contiene todas las vivencias que, tras años o siglos, han conformado la personalidad de un colectivo. Ángaro habla de este sentimiento como vínculo común entre todos los pueblos. 

Con este segundo trabajo, Pieles propone un hermanamiento entre los cinco continentes a través de las músicas populares, ya que, desde un punto de vista etnográfico, estas traen consigo el legado cultural del conjunto social al que pertenecen. El folclore musical cuenta con la capacidad de viajar tanto en el tiempo como en el espacio, así que contiene un saber común y lo derrama por el mundo. Es solo cuestión de tiempo que terminemos impregnándonos de todo.

 

LA IDEA

 

Ángaro nace como un proyecto artístico interdisciplinar en el que se aúnan el sonido y la palabra. Estos elementos ofrecen el soporte donde las manifestaciones populares de diferentes lugares del planeta se enlazan con el folclore prehispánico y la música tradicional de Canarias.

La secuencia sonora y tímbrica de Ángaro se desarrolla teniendo en cuenta el germen musical intacto y ancestral que más tarde se revirtió en un folclore global. De esta manera, se tiende un puente hasta el ritmo primigenio con la intención de reconocer el contenido artístico-cultural de Canarias y del resto del mundo, y su evolución hasta nuestros días.

Ángaro pertenece al eco de un legado que aún perdura en los barrancos y el agua..., en la arena y la sal…, en las piedras… Un diálogo entre saberes e intuiciones, una manifestación artística concebida para incidir en la emoción del espectador.

Así como el entorno encauza la vida de los pueblos, también determina sus expresiones artísticas y su música en particular. Ángaro nace desde un sentimiento de pertenencia global, por lo que se interesa por el acervo cultural universal y propicia el acercamiento entre las diferentes culturas. Para ello, se entrelazan canciones, ritmos, palabras, danzas, imágenes y saberes populares a través de viejas y nuevas herramientas de creación. 

 

EL ORIGEN, EL CICLO Y LA ESCENA

 

El viaje sonoro comienza con los rumores propios de aquel escenario en que se engendraron los primeros sonidos producidos por los habitantes de las islas: el golpe de los pies en la arena, el silbo y la boca, las manos, las conchas del mar golpeadas entre sí..., quejidos que después fueron malagueñas y alegrías que fueron isas, palos..., huesos y hueseras..., balidos que luego fueron pieles y más tarde fueron tambores... y ritmo además. La primera melodía popular alterada en la memoria de unos cuantos, las cuerdas desafinadas... y la canción que llegó en barco y se quedó para reinventarse. Hablamos de sonidos que se fusionan durante el transcurso del espectáculo con la voz y la palabra. Murmullos que se enmarañan con pianos, vientos, cuerdas..., que se diluyen entre un abanico de instrumentos musicales que a lo largo de los tiempos han pertenecido al tejido musical de todo el planeta. Asimismo, en la propuesta intervienen elementos escénicos que se convierten también en instrumentos musicales; utensilios de labranza, molienda y siembra, y fuentes sonoras como piedras, maderas, agua, conchas marinas, cañas, pezuñas de animales, huesos, panderos y tambores. Por otro lado, el elenco de artistas interactúa con la escenografía, integrándose entre sus elementos, para crear una escena global donde se funden las diferentes disciplinas artísticas: actores que cantan..., músicos que actúan... En definitiva, hombres y mujeres que usan sus vidas para crear Ángaro.


Repertorio de programa:


ÁNGARO
Es una pieza de creación propia que se inspira en la melodía y la fuerza del tajaraste. El término ángaro, de origen griego y ya en desuso, hace referencia al fuego que se hacía antiguamente en las atalayas a modo de aviso. En este caso, Ángaro —que también da nombre al espectáculo— es la llamada que nos invita a adentrarnos en un viaje apasionante y a dejarnos llevar por las emociones. 

 

TRIGO TOSTADO
El sonido que produce el grano en la piedra de moler nos traslada a una época en la que el hambre protagonizaba la vida de muchas personas. De la necesidad de romper con la monotonía de las tareas cotidianas, de entretener al estómago y de alimentar al alma surgen cantos como el de panaderas —proveniente del folclore ibérico—, en el que se basa nuestra propuesta.

 

AIRES DE MALI
Desde el principio, el sugerente sonido de la kalimba y de las calabazas percutidas delata la presencia del espíritu africano, que envuelve a los aires de Lima de Valsequillo (Gran Canaria) en los que está inspirada esta canción. Los djembes hablan con fuerza y el violín responde con delicadeza y contundencia, derramando sus notas sobre un escenario en el que la ya corta distancia geográfica que separa a Canarias del continente africano se ha desvanecido. 

 

FUJARA

El título de esta pieza hace referencia a la flauta de origen eslovaco que suena al comienzo sobre el lamento del bajo eléctrico. Nuestra propuesta está basada en el sirinoque de la isla de La Palma y, como curiosidad, interpretamos de forma silbada la parte de las relaciones, en la que tradicionalmente se establece un desafío entre los que improvisan las coplas cantadas. Mientras los silbos suenan, las cantantes comienzan a girar sobre sí mismas al estilo de la danza derviche, práctica meditativa de carácter espiritual de origen turco. Esta escena da paso a una secuencia más influenciada por el flamenco en la que se suceden las improvisaciones de instrumentos clásicos y populares. 

 

MAGDALENA
Tomamos la isa del uno de la isla de Lanzarote como fuente de inspiración y, a partir de ahí, ofrecemos una sugerente y delicada puesta en escena, que se nutre también de sonoridades de origen africano a través de instrumentos como los caxixis o el birimbao, a los que además se les suma el repiqueteo alegre y característico de las lapas. 

 

GOFIO Y JAREA
El folclore de El Hierro protagoniza esta creación —basada en el tango herreño y en el Baile del santo—, que comienza con el sonido de los bucios. El carácter enérgico que adquiere desde el principio está fundamentado principalmente en el toque de panderos cuadrados de Peñaparda (Salamanca).Destaca también la inclusión de una txalaparta, instrumento procedente del País Vasco formado por unos maderos que se percuten con unas makilas —palos de madera semejantes al tolete canario—. Para fabricar esta txalaparta personalizada hemos restaurado unos antiguos yugos de arado. 

 

ALISIOS
Composición propia inspirada en una de las melodías que dibujan los pitos herreños en el Baile de la virgen. La letra del estribillo se basa en la siguiente endecha en idioma nativo, recogida por el cronista Leonardo Torriani en la isla de El Hierro: «Mimerahanà zinu zinuhà / Ahemen aten haran hua, / ZuAgarfù fenere nuzà.», cuya traducción es «Acá nos traen. Acá nos llevan. / Qué importa leche, agua y pan / si Agarfa no quiere mirarme». Alisios tiene el mismo tono lastimero que caracteriza a la endecha canaria, composición poética procedente de la cultura aborigen en la que se aprecia una clara influencia sefardí. 

 

EL VELORIO DE LOS ANGELITOS
El título de esta canción recoge el nombre que se le daba a un antiguo rito funerario practicado con regularidad en La Gomera hasta principios del siglo xx, que ponía de manifiesto la particular manera en que se velaba a los niños pequeños —los angelitos— antes de darles sepultura. Sus seres queridos más cercanos cantaban, bailaban llevándolo en brazos y tocaban el tambor y las chácaras en su honor. También nosotros, sobre el escenario, y tras el reclamo del sonido de un litófono, nos entregamos al canto, al toque y al baile sobrecogidos, como si el espíritu que envolvía esa costumbre de antaño regresara de alguna manera... o como si nunca hubiera desaparecido del todo. 

 

SORONDONGO
En esta particular versión del sorondongo de Fuerteventura, instrumentos tradicionales canarios como el tambor gomero o las chácaras se combinan con otros pertenecientes a otras culturas como los panderos de Azerbaiyán o las calabazas africanas, todo ello sobre una base instrumental de corte clásico, que además se encarga de introducir el tema a partir de un peculiar juego rítmico. 

 

TANGANILLO
El redoble de dos enormes tambores inspirados en taikos —tambores japoneses— anuncia el comienzo de esta propuesta musical que se fundamenta en el tanganillo de la isla de Tenerife y que se nutre también de sonoridades africanas a partir del toque del birimbao y las krakebs. Además, la percusión canaria está representada en este caso por las castañetas y el tambor de El Palmar (Tenerife). La conjugación de trompa, violín, contrabajo y piano con la que concluye el tema lo dota de cierto carácter cinematográfico. 

 

TANGO GUANCHERO
Tomamos como referencia la canción folclórica homónima propia del barrio de Benijos, en la zona alta de La Orotava (Tenerife). Una flauta de pico de tesitura grave utilizada tradicionalmente en la música irlandesa (low whistle) es la encargada de sumergirnos desde el principio en la atmósfera emotiva y melancólica que caracteriza nuestra interpretación. 

 

LA FLORIDA
Esta creación está inspirada en el tango de La Florida, que originalmente se cantaba y se bailaba en la zona alta del municipio de La Orotava (Tenerife), donde se encuentra el barrio de La Florida. Para su interpretación hacemos uso de un forito, nombre que se le da a un tipo de acordeón utilizado en Lanzarote. Además, nos valemos de una guitarra y un timple con una estética y una historia particular, fabricados exclusivamente para Ángaro; dos instrumentos hermanos a los que el lutier dio vida a partir de una misma pieza de madera que recuperó en la isla conejera. La presencia del violín, el fliscorno y el contrabajo terminan de redondear esta propuesta sumamente emotiva. Y, de la misma manera que ocurre en el referente tradicional, al final introducimos un tajaraste acompañado de chácaras y tambores que da pie a una conclusión intensa y conmovedora. 

 

TINDAYA

La montaña de Tindaya, en la isla de Fuerteventura, es el germen que ha dado como fruto esta canción basada en la polca majorera. Tanto la letra como el texto que se recita al principio suponen una apología de la preservación de los elementos identitarios del pueblo majorero y canario y, a su vez, pretenden ser un llamamiento a la coherencia en las intervenciones artísticas en los suelos protegidos de nuestras islas.

 

MALAGUEÑA DEL TAMBOR
Basada en la malagueña margariteña (Venezuela) y en la malagueña de los novios (Fuerteventura), esta composición habla del poder de la percusión—especialmente del tambor—, de cómo es capaz de hacernos latir como un solo pulso. Los principales protagonistas son los cuatro enormes tambores—inspirados en los pow wow provenientes de la cultura americana— con los que los percusionistas se funden y rugen como cuatro fieras en el punto álgido de este viaje sonoro. Los tambores nos recuerdan que existe un vínculo profundo, hermoso y poderoso que nos conecta a todos los seres vivos con la tierra. Esta canción es un torrente de fuerza canalizado a través de la percusión y del tambor que nos late dentro del pecho. 

 

SAN BORONDÓN
Según una leyenda popular canaria, San Borondón era una isla que se caracterizaba por aparecer y desaparecer a su antojo, escondiéndose tras una espesa niebla, ocultándose a los ojos de quienes la buscaban. Esta creación propia se inspira en la inquieta historia de ese pueblo mitológico y nos invita también a indagar en el terreno personal, en nuestras propias arenas movedizas, que nos llevan a ausentarnos a veces o a atrevernos a aparecer con toda la presencia..., sin miedo a ser descubiertos. 



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